Merece la pena apostar por otra faceta de la impresión 3D. Siempre pensamos en temas espectaculares como el prototipado iterativo rápido o una presentación 3D (no virtual).
Pero ¿por qué aún no aprovechamos completamente algo tan cercano y barato?
Hablamos de áreas que tienen un enorme potencial y que aún no se han extendido: utillajes de apoyo que faciliten alguna función habitual repetitiva, reducir la tasa de errores, disminuir el tiempo empleado en una tarea, o disminuir el coste evitando un posible error.
Especialmente en tareas altamente repetitivas, como en la producción en serie o el control de calidad, un pequeño ahorro en tiempo se multiplica en cada ciclo, día tras día se acumula ese ahorro, consiguiendo así una importante reducción de costes. Curiosa coincidencia: fabricación aditiva – ahorro acumulativo
Y la imagen de marca mejora ostensiblemente. ¿Cómo dar valor al control de calidad?
Entonces, ¿por qué no lo usamos extensivamente? Hay varias razones:
- La más importante: es preciso conocer lo que estas tecnologías pueden ofrecer. Ingeniería lo conoce, pero muchas personas a pie de producción podrían aportar muchas ideas, una vez informadas.
- Es preciso tener capacidad de crear un diseño que satisfaga las necesidades.
- También se necesita la maquinaria para poder imprimirlo.
- Y, desde luego, el conocimiento para usar esa maquinaria.
A este tipo de situaciones son a las que se refiere el título de “el patito feo”. No están en el foco de los departamentos de diseño y desarrollo. Hay que diseñar piezas que por lo general son simples y “feas”, nada atractivas. Y además, ciertamente, hay muchos compromisos que pesan mucho más. Y los recursos internos son limitados, tanto humanos como físicos, hay que priorizar.
Así que nos encontramos con dos situaciones en las que existen barreras al aprovechamiento de esta gran herramienta:
- La gran empresa, que maneja perfectamente esta tecnología, pero no tiene tantos recursos internos como para dar soporte a estas necesidades. Ciertamente no conviene sobredimensionarse.
- La empresa que no tiene recursos internos para manejar esta tecnología.
Ambas son un reto, pero tienen una solución: al igual que en todas las grandes industrias gran parte de las tareas se subcontratan, hoy en día hay mucha oferta para dejar esta labor en manos de profesionales.
Fundamental: la divulgación a todo el equipo productivo de posibilidades y casos de éxito, los ejemplos tienen una alta capacidad de despertar la mente. Lo importante son las ideas, con ellas se puede evaluar el ROI y siempre se encontrará una solución interna o externa para llevarla a cabo y generar esa ventaja.
